En la nueva edición del encuentro musical, que será del 5 al 13 de enero, participarán más de ciento diez artistas nacionales.

 


Antonio Miscenà, director general del Cartagena Festival de Música, habla sobre  la presencia y la promoción de la música académica colombiana en la próxima edición del encuentro musical, que será del 5 al 13 de enero de 2024. 

 

¿Cómo surgió la iniciativa de dedicar dos días del programa a obras de compositores colombianos?

El Cartagena Festival de Música siempre ha incluido en su programación obras de autores colombianos. A partir de 2021, decidió dedicar un espacio específico de dos días a la música colombiana en los que se podrían presentar obras de compositores nacionales interpretadas por autores colombianos. Generalmente, se realizan seis conciertos, cuatro de cámara y dos sinfónicos. En este 2024 los días específicos son el 12 y 13 de enero.

 

Los conciertos de cámara se llevarán a cabo en el Palacio de Proclamación y este año cuentan con la participación de grupos y solistas como el Bogotá Piano Trío, el Cuarteto Q-Arte, Alejandro Roca, Julieth Lozano, Laura Hoyos y Andrés Roa. En los conciertos se interpretan piezas de Guillermo Uribe Holguín, Antonio María Valencia, Adolfo Mejía Navarro y Luis Carlos Figueroa, entre otros.

Mientras que en el Auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones se desarrollarán los conciertos sinfónicos con la Orquesta Filarmónica Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá dirigida por Manuel López-Gómez, y la Orquesta Sinfónica de Cartagena dirigida por Paola Ávila, que interpretarán piezas de Jorge Pinzón, José Rozo Contreras, Alex Tobar y Lucho Bermúdez, entre otros.

Todos los conciertos son gratuitos y están precedidos por conversatorios que introducen a los oyentes en el contenido de cada concierto. Toda esta oferta tiene como objetivo, además de ofrecer al público buenas obras, recuperar, valorizar y promover un importante patrimonio cultural y musical del país.

 

Además de los conciertos, ¿qué iniciativas han desarrollado para potenciar las composiciones de los autores nacionales y la difusión de la música académica colombiana?

Como dije anteriormente, la música académica colombiana siempre está presente en la programación del Festival. En varias ocasiones ofrecemos a nuestro público piezas poco interpretadas que requieren una cuidadosa fase de preparación. Por ejemplo, en el próximo Festival se interpretarán dos quintetos (cuarteto de cuerdas más piano) de Guillermo Uribe Holguín. Son quintetos de rara interpretación y de gran interés histórico y artístico. No se puede encontrar ninguna interpretación de referencia, tampoco en internet. Tuvimos que, con el Cuarteto Q-Arte, transcribir los manuscritos que nos facilitó el Patronato Colombiano de Artes y Ciencias y el quinteto (Q-Arte más el pianista Miguel Pinzón) se compromete a proponer una interpretación original de las obras para el Festival.

 

En este sentido, el trabajo para los artistas colombianos que desean interpretar música colombiana académica es muy difícil:  hay pocas grabaciones oficiales de referencia,  hay pocas editoriales que hayan publicado, de manera sistemática, música de autores colombianos, al menos que yo sepa, no existe la grabación de la obra completa de un autor colombiano.

 

Si un músico, o un apasionado de otro país, quiere conocer música de autores colombianos y accede a internet, es un caos total: piezas grabadas de las maneras más dispares, generalmente de forma no profesional, pasamos de la grabación casera a la improvisación. Reinterpretaciones de la música de un autor. Existen pocas referencias históricas y estilísticas, interpretaciones más o menos oficiales de los repertorios. Realmente es imposible orientarse y tener una percepción positiva del rico patrimonio de la música académica colombiana.

 

¿Cómo participan los artistas colombianos en esta edición del Festival?

Los intérpretes colombianos son una parte considerable de los artistas invitados al Festival. Generalmente constituyen, numéricamente, más del 50%. Por ejemplo, este año, de los más de 150 artistas invitados, los colombianos son más de 110 (el 73%). En el Festival participan casi siempre dos orquestas colombianas, una de las cuales es la Orquesta Sinfónica de Cartagena, luego están los grupos de cámara y los solistas.

 

Más allá de la retórica sobre el talento colombiano, el Festival reúne a muchos artistas colombianos y les permite actuar en diferentes roles y escenarios: en orquestas, en grupos de cámara, como solistas. Por supuesto que hay artistas, como Santiago Cañón-Valencia, que están constantemente presentes en el Festival, que tienen un papel protagonista y hacen un gran aporte artístico al evento. Santiago, aunque joven, tiene un currículum destacado a la altura de los mejores solistas internacionales (tercer puesto en el concurso Reina Isabel y segundo en el Tchaikovsky).

 

Todos los artistas colombianos, en cualquier caso, tienen la oportunidad de darse a conocer y ser apreciados, de iniciar contactos y colaboraciones con otros en un contexto internacional como el del Cartagena Festival de Música.

 

¿Cuál ha sido el papel que ha tenido el Festival en cuanto a la promoción de los músicos colombianos en el exterior?

El Cartagena Festival de Música, además de su apuesta local, juega un gran papel en la promoción de la música de los artistas colombianos en el exterior. Muchas agrupaciones  y solistas, gracias a la vinculación del Festival, tuvieron la oportunidad de presentarse en el extranjero y presentar música de autores colombianos. En 2019, la Filarmónica de Medellín estuvo en el Festival de Spoleto y realizó una serie de conciertos en Roma, Bolonia, Pescia y Perugia. En 2017, Santiago Cañón-Valencia y otros artistas estuvieron en Spoleto, en donde Santiago recibió el Premio Monini. En 2022, la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara de Bogotá, dirigida por Federico Hoyos, realizó una serie de conciertos en Italia, que culminaron con un espléndido concierto por la Paz en la Basílica Superior de Asís.

 

Para el próximo año, ya se encuentra en fase de organización un proyecto que prevé la presencia en Italia de otra  orquesta colombiana y un conjunto de música de cámara en algunos festivales del norte de Italia.

 

¿Cuál es la política del Festival en relación al público?

El público del Cartagena Festival de Música es muy interesante e interesado. El patrimonio de un festival está formado principalmente por su público, el circuito de artistas que asisten al evento y los organismos públicos y privados que lo apoyan. 

 

Antes de empezar a responder, quiero aclarar un gran malentendido. El Cartagena Festival de Música es claramente un festival de música académica, pero no elitista. En él participan personas de todos los sectores sociales. Si analizamos brevemente los datos del Festival, antes de la pandemia, encontramos que de un total de 30 mil personas (este era el número de participantes anuales) al menos 18 mil eran participantes de los conciertos gratuitos (Plaza San Pedro, Auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones, concierto en el Puerto de Cartagena y conciertos de cámara). Como en todos los festivales, hay un público de alto recursos, apasionado por la música que participa en muchos conciertos, pero creo que esto es un factor positivo, porque permite la sostenibilidad del evento y contribuye, junto con otros recursos, a la creación de conciertos gratuitos.

 

Un festival como el de Cartagena, espero, tiene futuro si ayuda a cautivar a un público técnicamente competente y musicalmente exigente. Esto es lo que hace el Festival desde hace muchos años con los conversatorios de Giovanni Bietti y Jaime A. Monsalve, con la difusión de conciertos a través de RCN y con otras iniciativas de difusión de la cultura musical.

 

Por ejemplo, hace seis años pocos habrían apostado a que las conferencias-conciertos diarias de Giovanni Bietti, siempre llenas de gente, se convertirían en un importante punto de referencia para el público. Lo mismo podríamos decir de las exposiciones didácticas de Davivienda, que aún están en sus inicios, pero que podrían convertirse en una importante herramienta de información adicional para el público.

 

¿Cómo es la relación del Festival con las instituciones académicas y educativas?

El Festival ha formado diferentes alianzas con el mundo académico local y nacional. Me limito a mencionar los más estructurados, que también tienen un alcance internacional. Se sabe que con el Conservatorio del Tolima activamos el programa de Tecnología en Construcción y Reparación de Instrumentos de Cuerdas Frotadas en 2020. Este programa se beneficia de un acuerdo tripartito entre la Fundación Salvi, el Conservatorio del Tolima y la Escuela de Lutería  de Cremona, que permite a sus estudiantes completar, después de haberse graduado en Colombia, sus estudios en Cremona y obtener un segundo título válido a nivel europeo. 

 

Durante el Festival se realizará una exposición de los instrumentos realizados por los alumnos de la primera cohorte del  programa que se graduarán este año y que podrán acceder a la escuela de Cremona el próximo año. Dos profesores de la Escuela de Lutería de Cremona volverán a impartir el Seminario Internacional de Lutería en el Cartagena Festival de Música. 

 

Con el Conservatorio Adolfo Mejía de la UNIBAC activamos, hace ya dos años, a través de un convenio tripartito, dos diplomados en música de cámara. Uno en música de cámara de cuerda y otro de viento. Los diplomados se benefician de un convenio tripartito entre la Fundación Salvi, el Conservatorio Adolfo Mejía y el Conservatorio G.B. Martini de Bolonia. 

 

En lo que respecta al sector de la formación, quisiera mencionar la experiencia que estamos llevando a cabo, en varias direcciones, con el SENA, entre los que se encuentra el taller de producción donde colaboran los técnicos italianos con los colombianos.

 

Además, tenemos la importantísima experiencia con la Orquesta Sinfónica de Cartagena que, gracias al aporte fundamental del Ministerio de Cultura, permite a muchos jóvenes de la ciudad complementen su formación académica con la práctica orquestal e instrumental y que hoy constituye una importante y participativa experiencia cultural, social y humana de la ciudad.